lunes, 4 de diciembre de 2023

Educación emocional desde infantil

 LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN EMOCIONAL DESDE INFANTIL

El objetivo del centro educativo es formar personas y eso lo hacemos a través del conocimiento, las habilidades, los valores y las emociones. Cuando nos adentramos en la educación infantil, es muy importante trabajar las emociones básicas para que los niños/as aprendan a identificarlas y a gestionarlas de forma apropiada. 

Las emociones se desarrollan y mejoran, por eso es importante potenciarlas desde los primeros años, adaptándonos a su evolución natural. Así conseguiremos que cuenten con las habilidades necesarias para desenvolverse en el mundo y ser felices, capaces de regular y dirigir sus emociones, y no dejarse llevar por ellas.

     Por supuesto, hay que hacerles entender que todas las emociones son legítimas y que cualquier persona tiene derecho a estar ansioso o enfadado. Pero, de ninguna forma, nos podemos permitir que estas emociones deriven en ningún tipo de violencia. Esto es muy importante porque una parte importantísima de la violencia que está presente en nuestro entorno y que vemos en la prensa sobre el acoso y la violencia escolar y/o social, se activa a partir de la ira que no somos capaces de regular de forma apropiada.

    Un niño/a que ha crecido teniendo como base una buena educación emocional crecerá en confianza consigo mismo, será capaz de saber que tiene capacidades, aprenderá de los errores, tendrá buena autoestima, será una persona asertiva, tendrá buenas habilidades sociales, tendrá buenas habilidades para resolver los conflictos, será capaz de enfrentarse a los desafíos diarios y podrá comunicarse con los demás (y consigo mismo) de forma exitosa. Las emociones son las encargadas de determinar cómo afrontamos la vida y por eso tienen un papel tan importante en la vida de las personas, pero sobre todo, en la vida de los niños/as.

    Los niños/as que viven en un ambiente donde su familia y en la escuela tienen muy presente la educación emocional como base ante cualquier aprendizaje social y académico, podrán tener mejores capacidades para poder desenvolverse de forma exitosa en sociedad.

    La inteligencia emocional supone contar con una serie de capacidades de la mente para percibir, comprender, expresar y regular emociones. También nos ayuda a identificar y entender las del otro. Toda esta información dirige nuestra conducta y nuestros pensamientos, indicándonos en cada situación cómo debe ser nuestro comportamiento. Asimismo, nos ayuda a tomar decisiones.

TRABAJAR LAS EMOCIONES DESDE EL AULA Y CON LAS FAMILIAS

Sin duda, es una importante labor de las familias trabajar las emociones de los niños en casa y de los educadores trabajarlas en el aula. Las ventajas son múltiples: un clima más positivo, mejor rendimiento, tranquilidad y niños felices. Por todas estas razones, la educación emocional está muy presente en el día a día de nuestro cole.

Fomentar la educación emocional infantil en el hogar:

Existen algunas estrategias para fomentar la educación emocional infantil en el hogar:

  • Tener en cuenta las emociones y las opiniones de los niños/as desde el primer momento.
  • Darles opciones  y que sean capaces de tomar sus propias decisiones aunque sea bajo la supervisión del adulto.
  • Ser un buen oyente con ellos, de este modo se sentirán valorados en todo momento.
  • Modelar el comportamiento que se busca (disculparse cuando se está equivocado, tratar con respeto y amabilidad…). Los niños/as aprenden acerca de las relaciones a través de la observación del comportamiento de su familia.
  • Pensar en el impacto de las acciones en la vida de los niños/as y actuar para ser un buen ejemplo.
  • Fomentar la autoestima de tus hijos/as. Para conseguirlo es necesario darles responsabilidades acordes a su edad, dejar que tomen sus propias decisiones, reconocer su trabajo bien hecho.
  • Respetar las diferencias y entender que cada uno tiene sus propios talentos y habilidades.

En definitiva, las familias y el centro educativo, juntos, forman un papel muy importante en este aprendizaje porque la forma de gestionar las emociones tiene repercusiones en muchos aspectos de la vida, entre los cuales están la forma de establecer relaciones con otras personas, las relaciones de pareja, la autoestima, la auto-confianza, etc.

Poner en práctica actividades de educación emocional a través del juego por ejemplo en la etapa infantil facilita el desarrollo de las competencias emocionales, lo cual repercute en la prevención de la violencia, baja tolerancia a la frustración, etc. Al mismo tiempo, se favorece el bienestar, la armonía, el crecimiento y el desarrollo integral del niño/a.

Desde el gabinete psicoeducativo de Gaviota os dejamos una serie de estrategias para trabajar desde casa la educación emocional y favorecer así la conexión entre escuela-familia.