lunes, 4 de diciembre de 2023

Beneficios de las nuevas tecnologías en educación

 ¿Sabíais que trabajar el lenguaje a través de las nuevas tecnologías es recomendable incluso en edades muy tempranas? Sigue leyendo para saber más.

Hoy en día todos tenemos un teléfono móvil, una Tablet, o un ordenador al que nuestros hijos tienen fácil acceso. Las Nuevas Tecnologías (NNTT) usadas de forma adecuada pueden resultar muy beneficiosas. Con ayuda de las NNTT podemos ayudar a nuestros hijos e hijas a desarrollar aspectos clave en su desarrollo. La etapa de Educación Infantil, se presenta como el tiempo más adecuado para iniciar la alfabetización tecnológica e informática. Empezar desde una temprana edad a conocer el mundo de la tecnología y enseñar a nuestros hijos a utilizar las herramientas de forma adecuada tiene multitud de beneficios, como el desarrollo psicomotor, habilidades cognitivas, identidad y autonomía personal, pautas de convivencia y relación social, descubrimiento del entorno inmediato y desarrollar la capacidad de los más pequeños a nivel de audición, lenguaje y comunicación.

En relación al lenguaje, en las diferentes plataformas podemos encontrar multitud de aplicaciones para trabajar el habla, la audición, expresar y resaltar vivencias, ideas, experiencias y deseos.

Entre las más destacadas podemos encontrar:

-          Soy Visual: Disponible tanto en IOS como en Android, en la que podemos trabajar vocabulario, comprensión del lenguaje, expresión, morfosintaxis y estructuración del lenguaje.

-          Maxilotos Nathan: Para trabajar los campos semánticos y las asociaciones semánticas con los más pequeños.

-          Story Cubes: Aplicación para inventar historias basándonos en imágenes y estimular la expresión del lenguaje.

Esto es solo una muestra de la multitud de aplicaciones que podemos encontrar, os dejo una página donde podéis encontrar otras aplicaciones recomendadas para trabajar el lenguaje a través del juego.

 

9 APPS para Audición y Lenguaje | estefaniabrotons.com


Para encontrar más información sobre los beneficios de las nuevas tecnologías aplicadas en educación infantil os dejo a continuación un artículo muy interesante:

https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/22587/file_1.pdf?sequence=1

Si queréis más información o tenéis cualquier otra consulta, estamos a vuestra entera disposición en el Gabinete Psicopedagógico.

Tipos de cuentos apropiados a su edad

  Después de estas merecidas vacaciones, nos encontramos, probablemente, con que nuestros hijos e hijas han recibido quizás algunos cuentos o libros de lectura como regalo. ¡Excelente criterio el de Papá Noel o Los Reyes Magos!

La lectura, en lo cotidiano, es una vía de fomento de la imaginación para los niños y niñas, así como un vehículo para desarrollar el lenguaje comprensivo y expresivo. Imaginad, pues, el tesoro tan valioso en el que se convierte un libro en la etapa infantil.

No hay que perder de vista, que para que un libro cumpla con sus funciones, ha de adecuarse a las necesidades y al momento evolutivo de la etapa para la que está destinado.

Independientemente del título escogido, la temática, o las características que tenga el soporte, lo más importante es, que desde casa, se le acompañe en el disfrute por la lectura. Es muy aconsejable leerles cuentos a la hora de dormir, y, sobre todo, dar ejemplo: si la familia dedica tiempo a esta actividad como rutina en un ambiente tranquilo, estimulará necesariamente el deseo lector del niño/a.

A continuación, señalamos cuales deberían ser las características de los cuentos según la edad:

 De 0 a 1 año

En esta etapa, la estimulación sensorial será la vía de interacción con la lectura.

El soporte debe mostrar imágenes con distintas texturas, colores, e incluso sonidos, que ayudarán a mantener la atención de el/la bebé. El soporte, debe ser de plástico, tela, almohadilla...para facilitar la prensión de las ´´hojas´´, poder utilizarlo en distintos momentos (incluso en la bañera) y permitir que el/ la niño/a descubra de forma autónoma y por el tiempo que quiera todo lo que ese libro puede ofrecerle.


 De 1 a 2 años

Es el momento de introducir soportes que requieran de una destreza manual cada vez mayor.

Cuentos pequeños con hojas de cartón, con grandes imágenes sin texto y gran colorido.

Deben versar sobre una temática concreta, que ayude a la asociación de conceptos y a la adquisición de nuevos aprendizajes.

Este uso debe hacerse en ocasiones con un adulto, que le muestre y ayude en el descubrimiento y el refuerzo de esos conceptos.

Por ejemplo: Un cuento que nos enseñe cosas sobre el color rojo, con distintos objetos y alimentos de color rojo: fresa, tomate, semáforo, pintalabios, etc.


De 3 a 4 años

En este momento, el lenguaje expresivo y comprensivo está  desarrollándose a pasos agigantados. Desde la escuela, comienzan a reconocer letras y parte del alumnado empieza a copiar palabras y a otorgarles significado.

Lo idóneo es, por tanto, que en los cuentos que manejen, aparezcan letras grandes y palabras sencillas en mayúscula, que completen escenas bien ilustradas en las que el niño o la niña puedan describir lo que acontece.


De 5 a 6 años

Comienzan a leer oraciones, en las que pueden combinarse pictogramas y palabras conocidas, sin olvidar la importancia de las ilustraciones, que dotan de significado y facilitan la comprensión de lo leído, contribuyendo, además, a sembrar un interés por descifrar la palabra escrita.







Relación entre alimentación y desarrollo del lenguaje oral

 Algunas dificultades del lenguaje que aparecen en la etapa infantil vienen dadas por una inmadurez en la musculatura facial y en el resto de estructuras comprometidas en la producción del habla.

La importancia de ejercitarlas es prácticamente desconocida por la familia, pues en los primeros meses y años del niño, la máxima preocupación que se transmite desde el pediatra es una correcta nutrición.

El habla tiene un componente motor, no sólo es aprender palabras, sino que entra en juego un gran número de estructuras y musculatura facial que el niño debe ir desarrollando y ejercitando en los primeros meses de vida.

De esta manera llegamos a la primera cuestión: ¿cómo ejercita el niño estas estructuras? Cualquier persona, llegados este punto, se preguntará cómo un niño mejora su coordinación, fuerza… de los labios o de la lengua, por ejemplo, tan necesarios para poder articular correctamente los sonidos que va a necesitar para hablar.

Pues este “entrenamiento” se lleva a cabo, en parte, por medio de la alimentación.
Vamos a poner un ejemplo. Cuando un niño nace, la alimentación es uno de los puntos importantes; o bien se elige lactancia materna o bien el biberón. En cualquiera de los dos casos, el niño succiona, que es un acto reflejo, es decir, no necesita de un control voluntario. Pero poco a poco, por medio de la maduración, pasa a ser una actividad voluntaria, y así, cuando algo se acerca a su boca ya no lo chupa de forma automática, sino que puede realizar otros movimientos diferentes. De esta manera podemos introducir la cuchara. Pero qué pasa entonces, que el cierre que antes hacía con los labios alrededor del biberón, ya no le vale para la cuchara, porque esta es más pequeña y tiene otra forma. Además ya no tiene que succionar, sino que tiene que usar los labios y la lengua de otra forma para poder comer. Lo mismo ocurre con el paso al vaso: la forma en la que el niño tiene que colocar su lengua y labios no es la misma que necesitaba para el biberón o el pecho, ni para la cuchara.
Todo este aprendizaje y adaptación a las nuevas situaciones vienen precedidos por una maduración que permite realizar este cambio, pero también es necesario un aprendizaje por parte del niño, al igual que de los padres, que deben conocer la mejor forma de introducir estos cambios, facilitando su adaptación con el objetivo de que el niño sea lo más activo posible en este proceso y buscando su mayor autonomía.

Este “trabajo” diario de las estructuras implicadas en la alimentación, pero al mismo tiempo en el habla, hará que el niño consiga una mayor destreza y variabilidad de movimientos, lo que le llevará a “jugar” con estas estructuras, moviendo la lengua de un lado a otro, haciendo “pedorretas”, intentando imitar al adulto que le refuerza con una sonrisa o una carcajada… Esto favorecerá la aparición de los movimientos más complejos necesarios para realizar todos los fonemas, sonidos del habla, necesarios para hablar.

 Así, el correcto cierre de los labios alrededor del biberón o del pecho, en un primer momento, y de la cuchara o del vaso, posteriormente, hace que ésta musculatura adquiera una adecuada fuerza y coordinación todo ello necesario, por ejemplo, para la correcta articulación del fonema /m/, en el que se necesita un buen contacto de los labios.
Aunque la mayoría de los niños realizan estos cambios y se adaptan a las nuevas situaciones sin ningún problema, otros pueden presentar ligeras dificultades. Con una intervención temprana y adecuada se logra que este tránsito sea más fácil y tenga la menor repercusión en el desarrollo futuro del niño.

Todo esto debe hacernos ver que los cambios en la alimentación no se producen de forma automática ni los niños empiezan a hablar de la noche a la mañana. El habla conlleva un proceso, del que muchas veces no somos conscientes, que requiere un aprendizaje, un “entrenamiento” anterior, que va a dar lugar a su correcto desarrollo.


Para cualquier consulta, recuerden que estamos a su disposición en el Gabinete Psicopedagógico de  Escuela Infantil Gaviota y estaremos encantadas de atenderles.

Importancia de la estimulación auditiva.

 ¿Por qué siempre nos han dicho que a través de las canciones se aprenden las cosas mejor?, ¿vuestro hijo/a siempre nos pide escuchar la misma canción una y otra vez sin cansarse?, pero realmente ¿sabemos por qué es importante estimular la audición de nuestros hijos desde que nacen?.

La música y el lenguaje están íntimamente relacionados como señalan multitud de estudios. Los expertos destacan el papel que la música desempeña en el desarrollo perceptivo sonoro y su incidencia en el desarrollo del lenguaje, tanto oral como escrito. La música y el lenguaje comparten elementos esenciales: el ritmo y la melodía. 


El desarrollo de estos dos lenguajes se basa, principalmente, en la percepción y discriminación auditiva. En mayor o menor medida, también intervienen la observación, la experimentación y la comunicación. Desde temprana edad, el niño observa y escucha su entorno, experimenta con sonidos e intenta imitar los modelos del lenguaje, es decir, las palabras. Además, si se le concede al oído la posibilidad de trabajar la escucha correctamente se mejora inmediata e inconscientemente la emisión vocal. Por tanto, trabajar el lenguaje y la comunicación desde la música es una herramienta muy útil y clave en el proceso del aprendizaje del habla y el lenguaje. 


Para ello os proponemos que les pongáis todas las canciones que podáis a vuestros hijos/as y que cantéis con ellos, ya que a través de la música os divertiréis y enseñaréis a vuestros hijos un modelo del lenguaje adecuado. 


¡Os dejamos a continuación algunas propuestas para cantar y aprender a la vez!


¡El monosílabo les encanta y con él pueden iniciarse en la lectoescritura y comenzar a conocer las letras!


Con este vídeo podemos trabajar los sonidos de los distintos fonemas y trabajar la articulación y la discriminación de sonidos, ideal para todas las edades.


https://www.youtube.com/watch?v=kJgQdiRx6fs



Os animamos a seguir buscando canciones y cantar con vuestros hijos/as. Cualquier consulta ¡nos podéis encontrar en el gabinete psicopedagógico de la Escuela Infantil Gaviota!


Educación emocional desde infantil

 LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN EMOCIONAL DESDE INFANTIL

El objetivo del centro educativo es formar personas y eso lo hacemos a través del conocimiento, las habilidades, los valores y las emociones. Cuando nos adentramos en la educación infantil, es muy importante trabajar las emociones básicas para que los niños/as aprendan a identificarlas y a gestionarlas de forma apropiada. 

Las emociones se desarrollan y mejoran, por eso es importante potenciarlas desde los primeros años, adaptándonos a su evolución natural. Así conseguiremos que cuenten con las habilidades necesarias para desenvolverse en el mundo y ser felices, capaces de regular y dirigir sus emociones, y no dejarse llevar por ellas.

     Por supuesto, hay que hacerles entender que todas las emociones son legítimas y que cualquier persona tiene derecho a estar ansioso o enfadado. Pero, de ninguna forma, nos podemos permitir que estas emociones deriven en ningún tipo de violencia. Esto es muy importante porque una parte importantísima de la violencia que está presente en nuestro entorno y que vemos en la prensa sobre el acoso y la violencia escolar y/o social, se activa a partir de la ira que no somos capaces de regular de forma apropiada.

    Un niño/a que ha crecido teniendo como base una buena educación emocional crecerá en confianza consigo mismo, será capaz de saber que tiene capacidades, aprenderá de los errores, tendrá buena autoestima, será una persona asertiva, tendrá buenas habilidades sociales, tendrá buenas habilidades para resolver los conflictos, será capaz de enfrentarse a los desafíos diarios y podrá comunicarse con los demás (y consigo mismo) de forma exitosa. Las emociones son las encargadas de determinar cómo afrontamos la vida y por eso tienen un papel tan importante en la vida de las personas, pero sobre todo, en la vida de los niños/as.

    Los niños/as que viven en un ambiente donde su familia y en la escuela tienen muy presente la educación emocional como base ante cualquier aprendizaje social y académico, podrán tener mejores capacidades para poder desenvolverse de forma exitosa en sociedad.

    La inteligencia emocional supone contar con una serie de capacidades de la mente para percibir, comprender, expresar y regular emociones. También nos ayuda a identificar y entender las del otro. Toda esta información dirige nuestra conducta y nuestros pensamientos, indicándonos en cada situación cómo debe ser nuestro comportamiento. Asimismo, nos ayuda a tomar decisiones.

TRABAJAR LAS EMOCIONES DESDE EL AULA Y CON LAS FAMILIAS

Sin duda, es una importante labor de las familias trabajar las emociones de los niños en casa y de los educadores trabajarlas en el aula. Las ventajas son múltiples: un clima más positivo, mejor rendimiento, tranquilidad y niños felices. Por todas estas razones, la educación emocional está muy presente en el día a día de nuestro cole.

Fomentar la educación emocional infantil en el hogar:

Existen algunas estrategias para fomentar la educación emocional infantil en el hogar:

  • Tener en cuenta las emociones y las opiniones de los niños/as desde el primer momento.
  • Darles opciones  y que sean capaces de tomar sus propias decisiones aunque sea bajo la supervisión del adulto.
  • Ser un buen oyente con ellos, de este modo se sentirán valorados en todo momento.
  • Modelar el comportamiento que se busca (disculparse cuando se está equivocado, tratar con respeto y amabilidad…). Los niños/as aprenden acerca de las relaciones a través de la observación del comportamiento de su familia.
  • Pensar en el impacto de las acciones en la vida de los niños/as y actuar para ser un buen ejemplo.
  • Fomentar la autoestima de tus hijos/as. Para conseguirlo es necesario darles responsabilidades acordes a su edad, dejar que tomen sus propias decisiones, reconocer su trabajo bien hecho.
  • Respetar las diferencias y entender que cada uno tiene sus propios talentos y habilidades.

En definitiva, las familias y el centro educativo, juntos, forman un papel muy importante en este aprendizaje porque la forma de gestionar las emociones tiene repercusiones en muchos aspectos de la vida, entre los cuales están la forma de establecer relaciones con otras personas, las relaciones de pareja, la autoestima, la auto-confianza, etc.

Poner en práctica actividades de educación emocional a través del juego por ejemplo en la etapa infantil facilita el desarrollo de las competencias emocionales, lo cual repercute en la prevención de la violencia, baja tolerancia a la frustración, etc. Al mismo tiempo, se favorece el bienestar, la armonía, el crecimiento y el desarrollo integral del niño/a.

Desde el gabinete psicoeducativo de Gaviota os dejamos una serie de estrategias para trabajar desde casa la educación emocional y favorecer así la conexión entre escuela-familia.



Las manualidades en época estival

 LAS MANUALIDADES,

UNA ALTERNATIVA MUY BENEFICIOSA PARA EL PERIODO ESTIVAL.

Ahora que llega el verano y el cole se acaba, los niños disponen de mucho tiempo libre en casa, pero las altas temperaturas no nos permiten salir a la calle en un horario muy amplio del día. En ocasiones se acaban aburriendo de sus juguetes y quieren tirar de pantallas para entretenerse. Una buena manera de romper con el aburrimiento y entretenerse sin tanta televisión, Tablet, móvil… es realizando manualidades. Las manualidades, además de ser una actividad divertida y motivadora para los niños de cualquier edad, ofrecen múltiples beneficios tanto físicos como emocionales. Además, mantener una rutina de mesa y de trabajo les ayuda a no perder y mantener el hábito del trabajo en el cole. Las manualidades son las actividades más completas que pueden realizar los peques de la casa.

Estos son solo algunos de los beneficios que tiene para los niños hacer manualidades:

BENEFICIOS COGNITIVOS:

Son aquellos que están directamente relacionados con la actividad cerebral sin que seamos conscientes de que estamos utilizando nuestras habilidades. Trabaja el hemisferio derecho del cerebroeste lado se relaciona con la expresión no verbal, con las emociones y con la visión espacial. Podemos destacar 3 beneficios:

– Ayuda a la concentración: practicar manualidades en niños favorece la concentración sin que se den cuenta. Cuando se ponen «manos a la obra», los pequeños ponen toda su atención en la manualidad que están desarrollando.

– Mejora la planificación: realizando manualidades paso a paso acostumbramos a los pequeños a dividir por etapas y planificar la manualidad que van a realizar. Esto les ayudará a terminarla y llevarla a cabo de manera ordenada.

– Contribuye a la resolución de problemas: Seguro que mientras practican manualidades los niños se encontrarán con algún tipo de problema (cómo recortar un papel, qué zonas pegar,…). Ya verás cómo sin darse cuenta encuentran soluciones a muchos de ellos, ganando confianza en sí mismos.

 

BENEFICIOS EMOCIONALES:

– Potencia la creatividad: se puede decir que la creatividad es como una planta, si la cuidas regularmente y la vas regando, la planta crecerá y dará frutos. La creatividad se trabaja (y si es desde muy pequeños mejor que mejor    ). Realizar manualidades, solucionar los problemas que se te presentan, pensar qué crear o cómo decorar su manualidad ayuda a los niños y niñas a estimular su creatividad.

– Mejora la confianza: la confianza también se potencia y trabaja. A medida que vas realizando una manualidad y vas viendo que va cogiendo forma, los pequeños ganan confianza y se animan a investigar o practicar otras manualidades. Todo esto conlleva a mejorar su autoestima.

– Fomenta la afectividad: las manualidades infantiles son una buena excusa para pasar tiempo en familia. Ayudar a tu niña o niño en su proyecto, pensar conjuntamente qué manualidad realizar, crear un detalle para regalar,… Todo ello contribuye a establecer y fortalecer los vínculos afectivos con tus hijos.

Por otra parte, crear sus propios juguetes, tarjetas, adornos… les ayudará a sentirse mejor con ellos/as mismos/as.

 

BENEFICIOS FÍSICOS:

– Mejora la coordinación: en las manualidades se suelen usar diferentes materiales y herramientas. Su uso ayuda a los pequeños a trabajar y mejorar su coordinación. Recortar o pegar elementos son dos buenos «ejercicios» que practicarán de manera habitual.

– Estimula sus sentidos: en las manualidades infantiles utilizamos diferentes tipos de materiales y texturas que los niños tocarán y moldearán. «Jugarán» con diferentes colores, combinándolos entre sí,… Consiguiendo así crear una base de datos en su cerebro que les ayudará a reconocer texturas y colores, sus diferentes combinaciones o dando lugar patrones de creación que utilizarán en futuras creaciones.

– Trabaja la motricidad fina: la motricidad fina consiste en realizar movimientos pequeños y de precisión. Muchas veces los niños y niñas que practican manualidades se verán en situaciones en las que tendrán que pegar algo en un lugar determinado, recortar un elemento muy pequeño,… Con estas acciones cotidianas en manualidades les estamos ayudando a trabajar su motricidad de una manera divertida.

Se podrían añadir muchos más beneficios de las manualidades en esta lista. Por ejemplo, al igual que en los adultos, les ayuda a cultivar la paciencia, a valorar el esfuerzo, a desestresarse, a mejorar su memoria o a aprender a tomar decisiones.

Ya veis que las manualidades para niños son una buena manera de contribuir al desarrollo físico y mental de nuestros niños. Una actividad que no requiere de una gran inversión, que se puede realizar casi en cualquier sitio y momento del día y una buena manera de tenerlos entretenidos creando y jugando.